Quienes actualmente tienen más de cuarenta años en la argentina y especialmente en la provincia de Jujuy, han experimentado y siguen experimentando cambios casi imperceptibles pero profundos en su vida cotidiana.
Ellos han sido testigos de la mediación progresiva de las máquinas en la relación comunicativa e informativa. Por ejemplo, de ser atendido por una persona y dialogar con ella para solucionar el problema sobre su línea telefónica, de pronto comenzó a interactuar con una computadora para ese fin; de ir al banco o a su propia institución dentro de determinados días y horarios para que un empleado del mismo, fuertemente custodiado por agentes de seguridad le abone el sueldo, de pronto tuvo que dirigirse a una casilla de vidrio y mediante la presión de algunas teclas, ordenar a una máquina para que le suministre el dinero de su salario; de utilizar en no pocas oportunidades la goma de borrar para salvar errores de tipiado en una máquina de escribir al momento de redactar una nota para un funcionario público, lo cual exigía además tener una buena ortografía, de pronto aparece una máquina llamada computadora en la cual sus errores de tipiados y de ortografía los soluciona casi automáticamente presionando una tecla o utilizando el mouse; de escribir una carta a mano, introducirla en un sobre y luego entregarla al empleado del correo postal más cercano para que el mismo se encargara de enviarla vía aérea a fin de que un familiar que vive en otra provincia o fuera del país la reciba dentro de una o dos semanas, de pronto ahora tiene la oportunidad de hacerlo al instante por internet y no solo usando el correo electrónico sino también hablando y mirando al familiar con quien se comunica.
Si estas mismas personas de más de cuarenta años tienen hijos, seguramente serán testigos de la forma en cómo ellos se comunican con sus amigos (¿chat?, ¿facebook?). Si los de más de cuarenta años hacen memoria, recordarán que durante su niñez o adolescencia iban a una biblioteca pública para que una persona le orientara acerca del libro a consultar para extraer información sobre algún tema de estudio requerido por la escuela mientras que ahora observan como sus hijos consiguen la misma información en 15 minutos lo que antes a ellos les llevaba toda la tarde.
Nos imaginemos que algunas de esas personas de más de cuarenta años son docentes de nivel medio. Ellos evidentemente han experimentados en sus cuerpos, en sus afectos y en sus ideas una transformación profunda como consecuencia de la irrupción de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación más conocidas como TIC en su vida personal y social, como hemos visto anteriormente. Por otro lado desde el Ministerio de Educación de la Nación, junto a sus alumnos, actualmente están recibiendo una Netbook para que la usen en la enseñanza y el aprendizaje.
Sin duda que estas cosas que le están pasando a los docentes de nivel medio de más de cuarenta años le complica bastante la vida. Constituye toda una interpelación a su formación profesional docente. Evidentemente, todo esto genera tensión, especialmente si previamente no se han familiarizado con las computadoras y no han tenido experiencia en la navegación por internet. ¡Ocurrió todo de pronto…! |
Seamos optimista y nos imaginemos que estas personas tienen experiencia en el uso de las computadoras y son conocedores de internet ¿Será esto suficiente para enseñar en clase con las Net…?
Ante esta pregunta no sería posible una respuesta afirmativa, incluso aceptando la hipótesis que estos docentes tienen gran habilidad en el manejo de las computadoras, el internet y las TIC en general.
Conocer las TIC es importante pero no suficiente para enseñar, recordemos que estos docentes de nivel medio de más de cuarenta años, de acuerdo a la cultura institucionalizada en las escuelas acerca de los modos de enseñar y aprender, se han formado desde un modelo centrado básicamente en el esquema emisión-recepción de información y conocimiento.
Para lograr la integración pedagógica de las TIC según lo viene proponiendo el Modelo 1 a 1 inspirado en el programa nacional Conectar Igualdad, es necesario cuestionar la propia matriz de aprendizaje (y de enseñanza). Por más expertos que sean estos docentes en el uso de las TIC, si no cuestionan su propia matriz de aprendizaje centrada en la mera recepción de la información y el conocimiento, seguirán reproduciendo el modelo tradicional, aunque eso sí, con nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Puede resultar ocioso y sin sentido contar algo que ya todos saben, pero recordarlo nos ayuda para repensar lo que estamos tratando. Concretamente el tema se refiere a la cantidad y diversidad de información en la web cuyo acceso se encuentra disponible en forma masiva.
¿Acaso no nos pasó alguna vez que cuando buscamos una información específica por internet, no pudimos hallarla fácilmente y en no pocos casos terminamos leyendo otra cosa que nada tenía que ver con lo que nos interesaba inicialmente?. ¿Acaso no experimentamos en otras ocasiones una desconfianza sobre la información que hallamos en internet sobre una temática ajena al propio campo de conocimiento profesional y nos vimos confundidos sin saber qué hacer para estar seguros que se trataba de una información fiable o por otro lado, no nos dimos alguna vez un frentazo cuando opinamos sobre algún tema basado en la información de internet y nos refutaron por ser falso o por distorsionar la verdad?. Bueno, todo esto les pasa a los alumnos. Si los docentes no tienen en cuenta estas cosas en su enseñanza, seguirán reproduciendo el modelo tradicional que incorporaron en su rol de estudiantes y que luego preservaron en el papel docente. Algunos teóricos suelen llamar a esto “alfabetización digital”.
Incluir la alfabetización digital en la construcción de un nuevo modelo de enseñanza, requiere enseñar como buscar información de manera efectiva para no perderse en el intento. Supone también enseñar a evaluar los sitios web encontrados y a analizar la información consultada de forma crítica para seleccionar aquella que sea fiable. Las funciones señaladas como parte de la alfabetización digital que colocan al docente de nivel medio en un lugar diferente al de “transmisor” o “explicador” de la información y el conocimiento, no implica que el mismo ya no necesite ser un experto en su campo de saber disciplinar, al contrario, ahora más que nunca debe estar fortalecido en su competencia disciplinar para orientar con expertez el análisis de la información, y lo más importante, saber problematizar la realidad para generar conflictos cognitivos a los alumnos a fin de que los mismos, con la información críticamente seleccionada, puedan construir conocimientos reflexivamente y socialmente significativos, y luego poder difundirlos en la web para pasar de meros receptores-consumidores a aprendices-creadores de conocimiento lo cual supone unos docentes, que de transmisores-explicadores, se constituyen en orientadores-emancipadores en la construcción del conocimiento.
En un trabajo realizado para una Jornada de socialización de experiencias pedagógicas en la formación docente, me preguntaba: ¿Cuál es el precio que deberemos pagar los docentes con la irrupción de las TIC?, ¿Se trata de un precio justo para adquirir resultados sociales de equidad en la distribución de los bienes simbólicos o más bien estamos ante un negocio de las multinacionales que nos ilusionan con una sociedad mejor?. Hoy considero que estas preguntas son ingenuas porque no se trata de ponerlas en disyunción sino en conjunción. Es claro que las TIC en la educación significa un negocio para algunos sectores pero también es claro -por la penetración de las mismas en nuestra vida cotidiana- que si la enseñanza no incluye la alfabetización digital, lo cual exige que los docentes se coloquen en otro lugar para enseñar, seremos cómplices anónimos de la exclusión social de los sectores más vulnerables.
Esto constituye el desafío de tener más de cuarenta años y ser docente en la argentina; sin duda un desafío de carácter profesional, pero sobre todo, ético.
Comparto tus reflexiones Luis, especialmente en la necesidad de repensar nuestro rol docente. Por un lado, me preocupa que mañana me levante y me digan que todo lo que uso de modo gratuito, «sale tantos dolares», y por otro me encanta la posibilidad de reconstruir el conocimiento con múltiples formatos. Por ahora, solo puedo decir que estoy facinada con los soft que puedo usar a favor de instalar el deseo de aprender. Gracias por permitirnos pensar….
Sin duda Noemí que re-pensar nuestro rol docente es crucial en estos momentos históricos que nos toca vivir. Problematizar nuestras matrices de aprendizaje hace a la diferencia entre optar por un uso instrumental o pedagógico de las TIC. Para el uso instrumental no necesitamos cuestionarnos, solo basta incorporar esas herramientas en la enseñanza para lograr resultados más eficientes. ¿Eficientes para quién?. El uso pedagógico de las TIC -en cambio- nos interpela profesionalmente; nos pone a prueba como críticos reflexivos para pensarlas inteligentemente dentro de un proyecto social inclusivo.
Como las TIC vinieron para quedarse, nos vemos coaccionados a decidir si respondemos a los intereses del mercado o a las demandas de mayor igualdad. Sin embargo, en un mundo sin pausa e inmediatez, las mutaciones de la instalación social de las TIC requerirá también, el ejercicio de prácticas permanentes de autocrítica que deberemos comenzar tal vez ahora.