Los motores de búsqueda tradicionales de Internet no localizan el contenido de la Web “profunda”; incluso los más potentes como Google, que superan los doscientos cincuenta millones de páginas, no indican más allá del 50% de la Red (….)
Los buscadores rastrean la red con un programa denominado «arañas», indizando el contenido de las páginas y saltando de una a otra siguiendo los enlaces hipertexto que contienen. Sin embargo, cuando un usuario realiza una consulta, estos programas no pueden indizar o extraer el contenido de esas páginas cuando la información se encuentra en bases de datos, cuya información aparece sólo dinámicamente. Para los motores de búsqueda, esta parte de la información contenida en Internet –o esta «Internet profunda»– les resulta completamente invisible. (…)
Que información hay en la Internet profunda
Podríamos agrupar dentro de la Internet profunda, los siguientes documentos:
- Catálogos de bibliotecas y bases de datos bibliográficas;
- Bases de datos no bibliográficas;
- Revistas electrónicas, en las que es necesario un registro previo y de las que solo se puede recuperar la información mediante búsquedas en sus bases de datos;
- Obras de referencia: enciclopedias, diccionarios… en las que es necesario interrogar a la base de datos para acceder al contenido.
¿Cómo localizar la información?
El CEDOC recomienda en esta oportunidad –aunque no se trata del único sitio-, para localizar la información no accesible a los buscadores tradicionales, el sitio Internetinvisible.com http://www.internetinvisible.com, donde se catalogan 1775 bases de datos en español de acceso gratuito.
FUENTE: Centro de Documentación Virtual (CEDOC) del INFD